Sonrojarse

Recuerdo aquellas comidas dominicales en casa, cuando el fin de semana estaba tocando a su fin y habia que volver a Toledo.
Momento amargo era pensar que de aquella multitudinaria (como siempre) comida familiar, no sacaria ni un tupperware de arroz por el que habria estado dispuesto a sacrificar una muda completa en el hueco de mi mochila. Aun con alguna esperanza, escuchaba sudoroso aquella fatidica frase con la que mi madre sepultaba mis ilusiones: QUIEN QUIERE REPETIR???? Eso, en una familia cmo la mia, es garantia de tupper vacio y asi, cabizbajo, apuraba esa "media cucharadita" que mi madre rebanaba a conciencia finiquitando monumental paella....
Tras la sobremesa, terminando con pocas ganas la maleta, mi madre siempre guardaba un as en la manga y con suerte a veces, hasta un poker en forma de delicatessen salidas directamente del congelador en esos amados envases de plastico....Asi, en sus tapas, entre el hielo se adivinaban esas frases, mejores que los versos de Lorca, que creaban en mi maleta la mas bella estrofa gastronomica jamas escrita:

6 CROQUETAS DE JAMON
MERLUZA CON ALMEJAS
CALDO DE POLLO Y COCIDO
PARA 3, LENTEJAS

Tras montarme en mi comodo coche y conducir un par de horitas llegaba a mi pisito de Toledo, donde con tan solo un microondas, salvaria con holgura mi semana.

Cuando se sonroja uno??? Pues estando en una aldea remota de Nepal, cuando ves llegar a ninos de 10-12 anos volviendo de sus casas tras pasar el fin de semana, cargando varias horas a pie un saco de arroz con la frente, para comer toda la semana. Cuando los ves recogiendo lena para calentarse y para cocinarse, cuando ves los camastros que comparten cada dos, debajo de los cuales guardan los utensilios de cocina...cuando ves (o no) lo afortunado que eres...
Si, toca sonrojarse.....

SUS LOVIU!!!!!